viernes, 14 de agosto de 2015
ACTOS MÁS RELEVANTES DE LA PRIMERA MITAD DEL 2015
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Presentación de mis libros Las esquinas y Casas de cal en el Centro Andaluz de las Letras el 21 de noviembre pasado
domingo, 26 de octubre de 2014
RECITAL POÉTICO PLENILUNIO
domingo, 24 de marzo de 2013
PARTICIPACIÓN EN EL CICLO POÉTICO PLENILUNIO
Lugar: Liceo de Málaga.
Recitando poemas de mi libro "Interludio. Poesía escogida" junto a un grupo de personas amantes de la lírica.
sábado, 23 de marzo de 2013
PARTICIPACIÓN EN EL EVENTO "GRITO DE MUJER"
viernes, 18 de mayo de 2012
CUERDAS
Existen cuerdas en los tejados,
y en los ojos profundos existen libélulas nocturnas.
Existen hilos, cuerdas transparentes
que surcan las brumas del día urbano
y los inmensos mares verdes
de los campos.
¡Tantos años!
No hay libros para tantos años.
Mientras galopan las auroras sin destino cierto,
y alborotan los relojes de cuarzo
la tela gris de los sueños,
corren las horas frívolamente por las venas:
las cavernas oscuras de los tiempos.
Mientras las camas, incansables, recogen
sudores nuevos, lágrimas nuevas, nuevos muertos,
entonces, mientras tanto,
se cruzan temblorosas las infinitas cuerdas,
nocturnas, ancestrales, frágiles cuerdas de los miedos.
Se inflaman las manos que no tocan nada,
los ojos que no ven;
se retuercen los temblores y el vacío,
y el horizonte ambiguo sólo describe
un eco perpetuo de silencios.
Cuerdas. Ardores de deseos y oraciones,
úlceras de esperanzas y de credos.
Miedos. ¡Tantos miedos!
No hay libros para tantos miedos.
(Del libro “Interludio.Poesía escogida”. Editorial Vértice.
Publicado en Málaga, año 2011. Depósito Legal: MA 722-2011)
martes, 21 de junio de 2011
PRESENTACIÓN DEL LIBRO EN EL CAL DE MÁLAGA

jueves, 9 de junio de 2011
domingo, 15 de mayo de 2011
La Noche en Blanco 2011
Momento del recital poético musical del Grupo ALAS. Fuensanta acompañada por el guitarrista Rafael Sánchez Rando.
La Noche en Blanco 2011
martes, 28 de diciembre de 2010
PEQUEÑAS COSAS
(A la poeta y amiga Aurora Gámez)
PEQUEÑAS COSAS
Con sus manos de espuma el mar
deposita caracolillas y conchas
sobre la cálida arena confiada
abierta a la pureza de la luz y la lluvia.
Así, yo misma,
paciente arena que su verdad expone
en la amplitud que el mar limita
recibo por la mano próxima y amiga
pequeñas cosas –caracolillas finas-
en la intemperie fugaz de mis horas.
Detalles que en la memoria prende su señuelo,
diminutas semillas apenas perceptibles,
sin precio y sin comercio,
que la bondad del tiempo multiplica
para que luego yo se las devuelva
a quien su ofrenda me hizo
con la noble alegría
de la buena cosecha.
LATIDOS CON ALMA
Recital poético ALAS Latidos con Alma.
Proyecto creativo de Ignacio del Valle, voz de Adelfa Calvo. Con la colaboración del Espacio Cultural Larios Centro y Bypass Comunicación.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
LA PIEDRA
No me des la dureza compacta de la piedra,
dame su suavidad y su calma,
el color apacible de su cuerpo;
no golpees bruscamente con su canto
en la frente del rostro que te observa
hendiéndole una brecha amarga
de dolor y desprecio.
La piedra, a solas, es materia inerte,
pero entregada con dulzura en otras manos
es una flor
no perecedera.
SIERRA DE ALHAURÍN EL GRANDE
Donde el verdor se adhiere al eco y al silencio,
ante el arroyo seco, la piedra y la vereda,
te elevas protectora con tu dorsal oscuro
de unas casas que antaño la cal acicalara.
Sobre tu piel quedaron las huellas y las sombras
de vidas azarosas que del fusil huyeron,
la culebra del tiempo, el pedregal desnudo
y el matorral que el viento ante el pinar besara.
Por donde canta el pájaro oculto entre las ramas
hay senderos que surcan tu corazón de pino;
allí dentro guardados quedaron escondidos
la caricia furtiva y el romero en la piel.
Sobre tu falda duerme el pueblo que hace años
ató mi pensamiento a la calle Real,
y aún fluye en mis venas la pureza del aire
que en un tiempo pasado yo de ti recibiera.
Cerca de allí: mi cuna.
Del azahar provengo
y en mi pecho se extiende un huerto de naranjos,
el limonero alegre, un ramillete claro
de oloroso jazmín, y el frescor de las aguas
que en el verano intenso la boca deseara.
Tuya entera me siento y ante tu altar quisiera
descansar mis cenizas donde el azul del mar
a lo lejos divise de mi ciudad de ahora;
que el matorral y el pino cobijen mis recuerdos
y que en tu aire duerma la paz de mis raíces.
(Publicado en el nº 7 de la Colección
de Poesía Wallada. Málaga.2007)
domingo, 28 de octubre de 2007
poema del libro LA ESENCIA HALLADA
París, La Nuit.
Emergida la piedra redobla sus campanas,
las luces dislocadas sobre las vías fluyen,
aceras luminosas de árboles celestes
-eternos bulevares donde desfilan solos-,
y un álgebra de aristas buscando la distancia.
París, La Nuit.
Amores ya perdidos entre las hojas muertas
de parques que dormitan como los mares lentos
circundan las miradas junto a la piedra oscura,
cuando la fuente llora infinitos deseos
sobre la quieta calma de la noche desnuda.
París, La Nuit.
En tu vientre ya rugen las voces de los muertos,
de los vivos que mueren, de los muertos ya muertos,
y de aquellos que reptan la vida en los pasillos
-inmensos laberintos de paredes inertes
donde el músico eleva un canto que no vuelve-.
París, La Nuit.
Cañerías humanas transitan por tu vientre,
veloces en su huida, donde el rastro concluye;
hay ratas al acecho y una mugre de años
junto al silencio absorto de los miles de rostros
y cuerpos atrapados entre los largos túneles.
París, La Nuit.
Los siglos ya pasados esculpen tu figura.
Inmensa la mirada, esplende la silueta
del cuerpo pluriforme de tus ansiados sueños.
La quimera perpleja de Notre Dame observa
qué pequeña es tu alma junto a la augusta piedra.
Registro de la Propiedad Intelectual de Andalucía MA-1010/05
jueves, 12 de julio de 2007
HORIZONTE MARINO
A lo lejos no pueden descubrirte los ojos,
contorno misterioso que la verdad ocultas,
tan bello inalcanzable -por eso mismo bello-
recibes los anhelos que el corazón indulta.
Sujetando del beso marino su secreto,
el impulso lascivo que la caricia busca
en la armoniosa tierra, como una boca inmensa,
donde el amor en olas se levanta y derrumba.
Es tu perenne imagen el hábitat perdido
de guerras y naufragios borrados por la lluvia
donde la Historia engulle: victorias y derrotas
que en tu memoria encierras como afanosa tumba.
En ti culmina el beso, la cópula celeste
uniendo agua y aire; y es plena tu hermosura,
lugar que nunca existes y eterno permaneces,
cuando derramas luces vertidas por la luna.
Allá por tus confines se pierden los deseos
y hay pájaros que vuelan donde el silencio escucha.
La infranqueable calma que en tu regazo habita,
intemporal y libre, en soledad perdura.
(Del libro “LA ESENCIA HALLADA”. Registro
de la Propiedad Intelectual de Andalucía nº MA-1010/05)
ERAN LOS DÍAS LEVES
Eran los días leves del otoño
cuando las tardes forjaban su presencia
entre el olor a humo de tabaco
y un sinfín de sueños expectantes
empujados entre libros silenciosos.
Tu mirada se encontraba con la mía
como besos medio ocultos
desnudándose en el iris por segundos,
y la voz de las palabras aún no dichas
irrumpía, sin remedio, como irrumpe
en la noche la mañana deseada.
Las paredes recordaron los encuentros
en rincones confortables de los patios.
En las aulas se quedaron atrapadas
nuestras sombras para siempre y las cartas
donde el labio se hizo letra.
Aún te siento en las noches, tras tu cuerpo,
como aquella adolescente soñadora,
y, aunque el aire del tiempo nos empuje
y nos tiemblen las manos como niños
si el espejo insidioso nos delata,
algo nuestro fundido permanece
indeleble en los días que se fueron,
y presiento -distinta tu mirada,
tus palabras y tus gestos-
en tus manos y en tu boca,
en tu olor y en tu silencio,
algo intacto que perdura en tu presencia
donde siempre que busco yo te encuentro.
(Del libro “LA ESENCIA HALLADA”. Registro
de la Propiedad Intelectual de Andalucía nº MA-1010/05)
Homenaje a Octavio Paz
yo me quedo y me voy: soy una pausa.”
Estoy aquí pero no estoy,
ni en este trance me quedo,
y, si me espero, no puedo
detenerme en lo que soy;
que aunque me quede me voy
sin despedirme. Reflejos
en este sala de espejos
del aire, luz atrayente
confundiéndome la mente,
que de cerca pasa a lejos.
(Poema publicado en el libro colectivo “Homenaje a Octavio Paz”
de la Academia Iberoamericana de Poesía. Capítulo de Málaga. Año 2005.
CUERDAS
Existen cuerdas en los tejados,
y en los ojos profundos existen libélulas nocturnas.
Existen hilos, cuerdas transparentes
que surcan las brumas del día urbano
y los inmensos mares verdes
de los campos.
¡Tantos años!
No hay libros para tantos años.
Mientras galopan las auroras sin destino cierto,
y alborotan los relojes de cuarzo
la tela gris de los sueños,
corren las horas frívolamente por las venas:
las cavernas oscuras de los tiempos.
Mientras las camas, incansables, recogen
sudores nuevos, lágrimas nuevas, nuevos muertos,
entonces, mientras tanto,
se cruzan temblorosas las infinitas cuerdas,
nocturnas, ancestrales, frágiles cuerdas de los miedos.
Se inflaman las manos que no tocan nada,
los ojos que no ven;
se retuercen los temblores y el vacío,
y el horizonte ambiguo sólo describe
un eco perpetuo de silencios.
Cuerdas. Ardores de deseos y oraciones,
úlceras de esperanzas y de credos.
Miedos. ¡Tantos miedos!
No hay libros para tantos miedos.
(De “Interludio.Poesía escogida”, Editorial Vértice.
Málaga, 2011. Depósito Legal: MA 722-2011)
EL SEMÁFORO CERRADO
La mujer del semáforo cerrado,
la oscura mujer oscura, la mujer
de los periódicos por siempre suyos
vendiendo sus días, su juventud.
Sus lágrimas corren por el asfalto,
donde no hay cama, ni mesa, ni hijos;
derrama sus ojos en el silencio
del estrépito loco de motores.
La oscura mujer oscura, la mujer
del semáforo cerrado, espera
que se ponga la luz verde para ella,
siempre apagada, siempre oscura,
como ella, siempre y desde siempre.
No hay quien le mire ni quien le hable,
tan sólo motores encadenados
que le dejan el aire corrompido
de un pozo profundo sin salida.
No hay palabras ni encuentros, sólo
las horas que esperan en el asfalto,
siempre suyas, bajo el sol y la lluvia.
Siempre suyos los periódicos, siempre.
No hay saludos ni sonrisas, sólo
la estela ciega y sorda de motores,
y un oscuro semáforo cerrado.
(De “Parajes del Silencio”, publicado en la Colección de poesía
Wallada, nº 3, del grupo literario ALAS. Málaga, 2002. Depósito
Legal: MA 98-2002)