viernes, 18 de mayo de 2012

CUERDAS

Cuerdas.
Existen cuerdas en los tejados,
y en los ojos profundos existen libélulas nocturnas.
Existen hilos, cuerdas transparentes
que surcan las brumas del día urbano
y los inmensos mares verdes
de los campos.
¡Tantos años!
No hay libros para tantos años.


Mientras galopan las auroras sin destino cierto,
y alborotan los relojes de cuarzo
la tela gris de los sueños,
corren las horas frívolamente por las venas:
las cavernas oscuras de los tiempos.
Mientras las camas, incansables, recogen
sudores nuevos, lágrimas nuevas, nuevos muertos,
entonces, mientras tanto,
se cruzan temblorosas las infinitas cuerdas,
nocturnas, ancestrales, frágiles cuerdas de los miedos.
Se inflaman las manos que no tocan nada,
los ojos que no ven;
se retuercen los temblores y el vacío,
y el horizonte ambiguo sólo describe
un eco perpetuo de silencios.

Cuerdas. Ardores de deseos y oraciones,
úlceras de esperanzas y de credos.
Miedos. ¡Tantos miedos!
No hay libros para tantos miedos.





(Del libro “Interludio.Poesía escogida”. Editorial Vértice.
Publicado en Málaga, año 2011. Depósito Legal: MA 722-2011)